jueves, 1 de mayo de 2008

Universo Y Espacio

De cero a infinito

En este capítulo de "En el espacio" veremos desde lo atómico a lo inmenso del cosmos. Desde una partícula infinitesimal se formó el universo a partir de un big-bang. La proporción de materia y antimateria iban luchando en la eclosión particular del universo, hasta ganar por poco la materia. Los quarx y gluones, se formaron en la primera millonésima del big-bang.



Vida y muerte de las estrellas

En este séptimo capítulo de la prestigiosa serie "The Universe", se centrará en la vida y muerte de las estrellas. El periplo estelar es diferente según su composción y tamaño, unas terminan en enenas blancas, otras en agujeros negros, otras en estrellas de neutrones...



Vida en el espacio

En este segundo capítulo de esta gran serie de la BBC "Los límites del Universo" bordará la posibilidad de vida en otros puntos del Universo, con un esquema parecido a otros documentales sobre vidas en otros planetas sobre extremófilos en el sistema solar, y la posibilidad de colonizar en un futuro planetas o satélites de nuestro sistema solar.



Amenazas del espacio

En este tercer capítulo de "The Universe" (El Universo), veremos algunas teorías de los posibles finales de la Tierra, como la caída de un meteorito y consiguiente extinción de especies, la de una explosión de una supernova en nuestra cercanías y con sus rayos gamma vaporizar el planeta o la teoría más vanguardita y actual, la de "el gran desgarramiento", en el máximo punto de extensión del Universo, empiece a disgregarse el tejido del universo (como la de un globo sobrehinchado que explota) y que a su vez se descomponga toda la materia a "la nada".



El universo infinito

En este capítulo de esta serie documental "Spacefiles" (En el espacio), disfrutaremos de imágenes infográficas muy bellas, sobre la supuesta estructura de nuestro universo, en la que una de las ideas expone que nuestro universo está con otros universos en forma de burbujas que están intercomunicados por extensos agujeros de gusanos.



Redes: Los enigmas que oculta el universo (3/3)

Uno de los más avanzados del mundo. Allí preguntaremos a cosmólogos, astrofísicos y físicos de partículas cuáles son los temas más candentes de la investigación astrofísica actual, las fronteras del conocimiento científico del universo. Si apasionante es relatarles lo que hemos aprendido, quizás lo es más pensar en lo que todavía nos falta por descubrir, los verdaderos enigmas que oculta el universo.



Redes: Los enigmas que oculta el universo (2/3)

No lo consiguió. Pero ahora tenemos una candidata, la teoría de las supercuerdas. Debatiremos la posibilidad de la existencia de más universos, de más dimensiones, y del principio antrópico. La segunda parte del programa es un reportaje especial grabado en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de la Palma.



Redes: Los enigmas que oculta el universo (1/3)

"Einstein tenía un sueño, mejor dicho, una pesadilla. No podía aceptar que su relatividad general no fuera compatible con la mecánica cuántica. El sueño que persiguió durante sus últimos 30 años fue encontrar una teoría que fuera válida tanto para el mundo que vemos, el macroscópico, como para el mundo atómico. Una teoría unificadora, la "teoría del todo".



La muerte del Sol

En 5.000 millones de años el hidrogeno del sol se agotara, el sol se expanderá hasta alcanzar 200 veces su diámetro actual, se convertirá en una gigantesca roca y los planetas mas cercanos como Mercurio, Venus y La Tierra se evaporaran. El único planeta que resistirá será Marte.



¿ Y si no tuvieramos la luna ? (parte 5)

La luna es fundamental para la exploración del espacio. ¿Seria posible la creación de colonias en la luna? El trasporte de un material a la luna tendría un precio de 3 veces su peso en oro, por eso, si se quiere construir en la luna se tendrían que aprovechar los recursos básicos que la luna ofrece, así como el polvo lunar para la construcción de edificios


Mensajes Extraterrestres

Mensajes Extraterrestres 1 parte

Ashtar Sherán alerta al mundo y lo invita a transformarse. Primera parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres





Mensajes Extraterrestres 2 parte

Habla un miembro del Consejo Alfa y Omega. Recibe el mensaje José Trigueirinho. Segunda parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres misterios10.





Mensajes Extraterrestres 3 parte

Ser extraterrestre entra en contacto con grupo de investigación de José Trigueirinho Netto. Tercera parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres misterios10.




Mensajes Extraterrestres 4 parte

El Grupo de contactados de José Trigueirinho comparte con nosotros nuevos mensajes. Cuarta parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres.







Mensajes Extraterrestres 5 parte

Recibido en Sudamérica, hoy en la red. Quinta parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres.




Mensajes Extraterrestres 6 parte

Cada vez es más evidente su presencia. Sexta parte de este pack de catorce videos sobre los extraterrestres.

Recopilación de fotos Sobrenaturales

Los reptilianos



recopilación de fotos sobrenaturales



Fantasmas

El cometa de la muerte



Richard Ford, diseñador de páginas web en una empresa de Los Ángeles (California, EE UU), recibió en la noche el 25 de marzo de 1997 un paquete por mensajería. Contenía dos cintas de vídeo y una nota que decía: "Cuando leas esto, nos habremos despojado de nuestros contenedores". Contenedor era la palabra que los remitentes usaban para referirse al cuerpo. A la mañana siguiente, Ford entró en el despacho de su jefe, Nick Matzorkis, y le contó que una cuarentena de miembros de una secta a la que había pertenecido se habían suicidado. "Le pregunté si estaba seguro. Me dijo que al 100%", explicaba el empresario horas después en la CNN.

Los dos hombres viajaron en el Lexus de Matzorkis hasta Rancho Santa Fe, a dos horas de Los Ángeles y cerca de San Diego. Cuando llegaron a la mansión del grupo, el ex adepto, de 43 años, entró solo. "Lo han hecho", dijo al salir. "¿Qué?", le preguntó su compañero de viaje. "Han abandonado sus contenedores. Se han suicidado". La Policía encontró -tendidos en camas, colchones y sofás- los cuerpos de 39 personas vestidas de negro y con sudarios morados sobre el pecho y el rostro. Habían tomado un cóctel de fármacos dentro de un ritual para ascender a otro plano espiritual en la nave extraterrestre que, según ellos, viajaba oculta en la cola del cometa Hale-Bopp, el espectáculo celeste de 1997.

Una larga gestación
Una tragedia así puede repetirse en cualquier momento, a juicio de James R. Lewis, del Departamento de Filosofía y Estudios Religiosos de la Universidad de Wisconsin. Aunque las 21 mujeres y los 18 hombres de la Puerta del Cielo -como se llamaba la secta de Rancho Santa Fe- profesaban una ensalada de creencias típica del movimiento de la Nueva Era, el experto considera que la naturaleza del credo es algo secundario. "La clave son los factores psicológicos y sociológicos. Las características esenciales de un grupo suicida son: la intolerancia con las visiones disidentes, el compromiso total de los miembros; la exagerada paranoia sobre amenazas externas, el aislamiento del líder o del grupo respecto a los no creyentes, la salud del líder en declive o su creencia de que se está muriendo, la falta de un sucesor, y la convicción de que el grupo no tiene esperanzas de crecimiento futuro".

El final de Marshall Herff Applewhite (Spur, Texas, 1931), líder de la secta de la Puerta del Cielo, y los suyos conmocionó a la opinión pública estadounidense por ser el mayor suicidio en masa ocurrido en el país y algo que se había gestado durante décadas a la vista de todos. El detonante original de la tragedia fue el despido en 1970 de Applewhite como profesor de Música de la universidad católica de Santo Tomás, en Houston, por mantener relaciones sexuales con un alumno. La vida del hombre, que había cantado varias veces en la Gran Ópera de Houston -donde fue el estudiante Wagner en un Fausto protagonizado por Plácido Domingo-, se fue abajo.



Cayó en una depresión, empezó a escuchar voces y en 1972 ingresó en un psiquiátrico para que le curaran la homosexualidad. Allí conoció a una enfermera, Bonnie Lu Trousdale Nettles, que le introdujo en un nuevo universo de creencias. Era astróloga, pertenecía a la Sociedad Teosófica de Houston y participaba habitualmente en sesiones espiritistas. Applewhite abandonó a su esposa y sus dos hijos, y se unió a la enfermera. Platónicamente, porque él se sentía culpable de su homosexualidad y quería desarrollarse como persona sin el sexo, algo que luego exigió a sus adeptos: algunos de los hombres muertos en Rancho Santa Fe estaban castrados.
A mediados de los años 70 del siglo pasado, Applewhite y Nettles empezaron a ser conocidos como Bo y Peep, Do y Ti, o simplemente Los Dos. Con esos nombres se presentaban en las charlas sobre ovnis que daban, en las que explicaban que eran extraterrestres que, veinte años antes, se habían introducido en dos cuerpos humanos. El siguiente nivel de la evolución, el Cielo del Padre, era un paraíso al que se podía viajar en una nave espacial, según su doctrina cristiano-ufológica. Para ello, sus seguidores tenían, entre otras cosas, que convertirse en seres asexuales. Según el sociólogo Robert W. Balch, que se infiltró en el grupo, Bo y Peep llegaron a tener 200 correligionarios en sus mejores tiempos.

En la cola del Hale-Bopp
El grupo sobrevivió a la muerte de Nettles en 1985 a causa de un cáncer. En 1997, sus miembros -de entre 20 y 72 años- vivían de una empresa de servicios informáticos que diseñaba páginas web. Cuando el cometa Hale-Bopp apareció en el cielo, asumieron que, escondida en su cola, se acercaba la nave espacial en la que ascenderían. El astro fue visible a ojo desnudo durante dieciocho meses y en su máximo acercamiento a la Tierra, el 1 de abril de 1997, su brillo superó todas las previsiones. Seis días antes, Applewhite y sus seguidores decidieron quitarse la vida, desprenderse de sus contenedores para montar en la nave extraterrestre. Alan Hale, el astrónomo codescubridor del cuerpo celeste, había escrito meses antes del suicidio masivo un artículo sobre "La locura del cometa Hale-Bopp", en el que advertía del peligro de la amplia aceptación por el gran público de la idea del platillo volante y otras afirmaciones disparatadas.
"Recuerdo una conversación que tuve con otro astrónomo algún tiempo antes. Él dijo que probablemente habría suicidios en torno al Hale-Bopp, y yo estuve de acuerdo. Por eso el incidente de la Puerta del Cielo no me sorprendió tanto como a otros", explica Hale desde su oficina de Nuevo México. El astrónomo era ya famoso -había descubierto el cometa el 23 de julio de 1995- y la tragedia de Rancho Santa Fe le puso en el objetivo de los medios. Recuerda que recibió la noticia "con desesperación" y teme que las creencias de la Nueva Era se cobren en cualquier momento más víctimas.

"Hay demasiada gente muriendo y matando por sus ideas religiosas, sean las que sean, como para creer que este tipo de fenómenos va a desaparecer".
Tras el suicidio colectivo, varios periódicos y revistas estadounidense destacaron que el líder del grupo estaba muriéndose de cáncer, que le quedaban unos meses de vida y que ésa fue la razón de la tragedia. Los forenses no encontraron, sin embargo, ni rastro de cáncer cuando le practicaron la autopsia. Diez años después, hay vídeos de Applewhite colgados de Google Video y YouTube, y la web de la Puerta del Cielo sigue accesible, con textos que recogen lo que pensaban los miembros de la secta poco tiempo antes de acabar con sus vidas. Ahí puede leerse, por ejemplo, como estaban preparados para suicidarse si era necesario, como en septiembre de 1996 creían que el final estaba cerca y cuál era la apariencia de "un miembro del Reino del Cielo": la de un extraterrestre gris cabezón vestido con un mono al estilo de Star Trek.





Enigmas - Caso Ovni en España.

Encuentran restos del avión accidentado en el caso ovni de isla Maury



Encuentran restos del avión accidentado en el caso ovni de isla Maury.





El 1 de agosto de 1947, poco después del primer avistamiento de platillos volantes sobre las montañas Cascade por Kenneth Arnold, un B-25 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se estrelló cuando volaba de una base de Tacoma (Washington) a otra de Novato (California). En el accidente, murieron el capitán William Davidson y el teniente Frank Brown, dos oficiales de los servicios de inteligencia militares que habían investigado cerca de Tacoma el caso de isla Maury, un supuesto accidente de un ovni. Algunos periódicos dijeron en los días siguientes que el avión llevaba en su bodega fragmentos de una nave extraterrestre y que había sido derribado por saboteadores. ¡Era una conspiración! Ahora, casi 60 años después, James Greear, un vecino de Longview que lleva diez años buscando restos de la aeronave siniestrada, dice haberlos encontrado en un cañón cerca de Rose Valley. El Museo de los Misterios de Seattle expone desde hace años material sobre este caso, al que es muy posible que se sume lo hallado por Greear, entre lo que no puede haber -adelanto- ningún resto de un platillo accidentado.

Toda la historia de isla Maury fue un fraude. El primero, y posiblemente el segundo mejor, y el más sucio de los fraudes de la historia de la ufología", dejó escrito Edward J. Ruppelt, en The report of unidentified flying objects (1956). Ruppelt fue director del Proyecto Libro Azul entre 1952 y 1953, pero, lejos de ser considerado un detractor, ha pasado a la historia de la ufología como un investigador de buena fe. Su dictamen sobre el suceso de isla Maury es compartido por los ufólogos serios y coincide con el de 1953 del astrofísico Donald H. Menzel, en su imprescindible Flying saucers, y el que puede leerse en The ufo encyclopaedia (1980), obra editada por Ronald D. Story.


El de isla Maury es uno de los casos clásicos de la ufología por varias razones, una de las cuales es que en él estuvieron implicados dos de los personajes que crearon el mito en 1947: Ray Palmer, director de la revista Fate, y Kenneth Arnold, el primer testigo ovni y el segundo ufólogo, tras Palmer. Pocos días después del avistamiento de Arnold, ocurrido el 24 de junio, Palmer recibió una llamada telefónica de dos hombres, Fred Chrisman y Harold Dahl, que se presentaron como guardacostas. Le informaron de que el 21 de junio, cuando patrullaban cerca de la isla Maury, habían visto seis platillos volantes en el cielo, dos chocaron y los restos de uno cayeron sobre ellos como una lluvia. Palmer se sintió atraído por la historia y mandó a investigarla a Arnold, al que había conocido poco antes y ofreció 200 dólares. Cuando Arnold llegó a Tacoma, se vio desbordado por los hechos e informó de ellos a los militares, y así fue como entraron en escena el capitán Davidson y el teniente Brown.


Los dos investigadores se encontraron varias veces con los testigos, que les entregaron algunos, según ellos, fragmentos del platillo volante accidentado. Y el 1 de agosto los militares despegaron de la Base de McChord (Tacoma) a la de Hamilton (Novato). Nunca llegaron a su destino. Días después, los periódicos recibieron llamadas en las que un comunicante anónimo que les informaba de que el avión accidentado transportaba restos de un platillo volante. Así llegó el caso de la nave extraterrestre a las portadas de algunos diarios, cosa que no ocurrió con las conclusiones de Davidson y Brown, que no dejaban lugar a dudas y de las que informaron a un colega en McChord antes de despegar.


"Ambos [Chrisman y Dahl] admitieron que los fragmentos de roca no tenían nada que ver con platillos volantes. Todo había sido un fraude. Habían mandado los fragmentos de roca [a Palmer] como una broma", según el informe oficial posterior. Y habían dicho que eran de un ovni porque era lo que Palmer quería oír, ya que era lo que necesitaba para vender revistas. Chrisman y Dahl, que tampoco eran guardacostas en realidad, querían sacar una buena tajada de su inventada historia, y la investigación concluyó que Palmer les incitó a cometer el fraude. Ahora, Greear dice que ha encontrado restos del avión accidentado y las primeras noticias periodísticas recuerdan que, según rumores, el aparato transportaba los restos de un ovni. La verdad es otra, pero posiblemente no importe a quienes viven de explotar la credulidad ajena. Recuerden que Arnold nunca vio platillos volantes en el caso fundacional, sino objetos con forma de bumerán que volaban como platillos lanzados sobre el agua. Sin embargo, como la prensa habló de platillos volantes, a partir de ese momento los ovnis tuvieron esa forma.

Por cierto, el informe final de la investigación del accidente del B-25 no cita como causa nada fuera de lo común.

El suicidio de la Puerta del Cielo, en Punto Radio Bilbao


Almudena Cacho y yo hablamos el miércoles en Protagonistas Bizkaia, en Punto Radio Bilbao, del suicidio de 39 miembros de la secta de la Puerta del Cielo en California hace diez años, en la tercera entrega del espacio que la emisora de Vocento dedica semanalmente al escepticismo. La segunda, en la que el psicólogo Joni Karanka, Cacho y yo conversamos sobre el mito de que usamos sólo el 10% del cerebro, no se grabó por un problema técnico, así que, a no ser que alguien la tenga por ahí, se ha disuelto en el aire. Una pena. Pero confío en que algún día Karanka y yo nos reunamos otra vez ante un micrófono y reconstruyamos el diálogo sobre esa falsa creencia popular para ponerlo a disposición de ustedes. Él sabe mucho y merece la pena escucharle.8 comentarios Enlace permanente

El verano de los platillos volantes



Todo se debió a un error periodístico. Lo cometió Bill Bequette, redactor del periódico The East Oregonian, hace sesenta años. El 24 de junio de 1947, Kenneth Arnold (1915-1984), un vendedor de equipos de extinción de incendios de Boise (Idaho), le contó que, cuando horas antes viajaba en su avioneta sobre las montañas Cascade, había visto un grupo de nueve extraños objetos que "volaban erráticos, como un platillo si lo lanzas sobre el agua", cerca del monte Rainier. El periodista escribió una información en la que explicaba que los objetos tenían "forma de platillo". La noticia -incluida la confusión entre la forma del vuelo y la de los objetos- fue rebotada por las agencias United Press y Associated Press, y los cielos se llenaron de platillos volantes.
Los objetos tenían, en realidad, forma de bumerán y Arnold creyó al principio que eran una clase desconocida de avión a propulsión a chorro. "Estoy convencido de que se trataba de algún tipo de avión, aunque en muchos aspectos no se ajustaban a los tipos convencionales que conocía", escribió días después en su informe a las Fuerzas Aéreas. Por eso, su primera intención había sido informar de la observación al FBI, pero, al encontrar la oficina de Pendleton cerrada, acabó en la redacción del diario local. Las sospechas y cautelas iniciales de Arnold pronto cedieron ante el entusiasmo de un joven editor ávido de misterios.
Raymond A. Palmer (1910-1977) dirigía desde junio de 1946 la revista de ciencia ficción Amazing Stories. "Tan pronto como se hizo cargo de la dirección dedicó una enorme cantidad de energía a cambiar el rumbo de la revista. Hizo bajar la calidad de las historias y aumentar la circulación", recuerda Isaac Asimov en su libro Sobre la ciencia ficción (1981). En junio de 1947, Palmer dedicó la portada de Amazing a una delirante historia según la cual el subsuelo terrestre estaba habitado por robots abandonados por extraterrestres hace milenios. Cuando aparecieron los platillos volantes, contactó con Arnold inmediatamente porque vio en su historia el material ideal para el lanzamiento de Fate, una revista dedicada a lo paranormal que quería sacar al mercado.

El caso de Roswell


El error periodístico de Bequette tuvo tal impacto que las visiones de objetos discoidales se multiplicaron. Dos semanas después, el 8 de julio, el diario de un pueblo perdido de Nuevo México anunció en su primera página que el Ejército había capturado un platillo volante en un rancho cercano. La información de The Roswell Daily Record se basaba en una nota del Ejército que decía que los restos del ingenio habían sido llevados al Aeródromo Militar de Roswell. La base era entonces el hogar del Grupo de Bombarderos 509 de la Octava Fuerza Aérea, el primer escuadrón atómico del mundo, el que destruyó Hiroshima y Nagasaki.
Los militares dieron marcha atrás aquel mismo día. Lo recuperado, indicaron, eran piezas de un globo meteorológico. La explicación casaba con los trozos de madera de barco y papel de aluminio encontrados por el ranchero Marc Brazel que el Ejército presentó en una rueda de prensa. El hoy famoso caso Roswell quedó así desactivado hasta que en 1980 lo resucitó Charles Berlitz, promotor del falso enigma del triángulo de las Bermudas, en El incidente, libro que escribió con William L. Moore.
El suceso, en el que ningún ufólogo creyó en su tiempo, se convirtió en los años 80 en una mina de oro para los vendedores de misterios y Roswell, en centro de peregrinación de los creyentes en los ovnis. El Tribunal General de Cuentas de Estados Unidos reveló en 1994 que los restos del platillo de Roswell eran parte de un globo del proyecto Mogul, un programa secreto para la "detección de la onda expansiva generada por explosiones nucleares soviéticas", pero muchos ufólogos prefirieron ignorar la explicación. Gracias a eso, Ray Santilli, un avispado productor televisivo, ganó en 1995 una fortuna con una película que vendió a cadenas de televisión de medio mundo como si fuera una filmación de la autopsia practicada en 1947 a uno de los tripulantes del platillo de Roswell. La autenticidad de la cinta fue avalada en España por el ufólogo, y ahora novelista, Javier Sierra. Hace un año, John Humphreys, artífice de los efectos especiales de películas como Charlie y la fábrica de chocolate, reconoció haber creado el alienígena de la cinta de Santilli e interpretado a uno de los cirujanos.

Muertes y desapariciones
En julio de 1947, Palmer -que daba crédito a cualquier cosa, pero no prestó la mínima atención a la historia de Roswell- recibió la llamada de dos hombres que se presentaron como guardacostas. Le dijeron que el 21 de junio, tres días antes de la observación de Arnold, habían visto en la isla Maury, en el Estado de Washington, el choque en el cielo de dos platillos volantes. Palmer envió a investigar el caso a Tacoma al propio Arnold, quien se vio desbordado y pidió ayuda al capitán William Davidson y al teniente Frank Brown, los oficiales del servicio de inteligencia de la Fuerza Aérea que le habían interrogado por su avistamiento.

Davidson y Brown hablaron con los dos testigos y llegaron a la conclusión de que eran unos mentirosos. Los hombres les entregaron como prueba de su observación restos que supuestamente habían caído de uno de los platillos. El 1 de agosto, los militares despegaron con rumbo a California en un avión que se estrelló. Días después, varios periódicos recibieron llamadas anónimas en las que les informaban de que la aeronave siniestrada transportaba fragmentos de un ovni.

La investigación oficial concluyó que el accidente se debió a una avería, los trozos del platillos eran vulgares piedras -los dos hombres admitieron el engaño- y Palmer les había sido incitado a la farsa porque necesitaba noticias extraordinarias para su nueva revista. "Toda la historia de isla Maury fue un fraude. El primero, y posiblemente el segundo mejor, y el más sucio de los fraudes de la historia de la ufología", dejó escrito Edward J. Ruppelt, director del Proyecto Libro Azul entre 1952 y 1953, y que ha pasado a la historia de la ufología como un investigador de buena fe.

Al día siguiente del acccidente de Davidson y Brown, un avión de pasajeros desapareció mientras volaba entre Buenos Aires y Santiago de Chile. Cuando estaba a punto de aterrizar, la torre de control del aeropuerto de la capital chilena recibió el siguiente mensaje: "ETA (tiempo estimado de llegada) Santiago 17.45 horas. Stendec". El aparato nunca llegó a su destino. Familiares del radiotelegrafista de la nave concluyeron que el avión y sus once ocupantes habían sido secuestrados por extraterrestres. Años después, Antonio Ribera, el considerado padre de la ufología española, incluyó el suceso entre otros encuentros trágicos con los ovnis, en El gran enigma de los platillos volantes (1966). Sin embargo, los restos del avión fueron encontrados en cerro Tupungato, cerca de Mendoza, a 5.500 metros hace siete años. No habían viajado a otros mundos.

Los platillos volantes aparecieron cuando EE UU acababa de salir de una guerra, y su población y dirigentes miraban al cielo con miedo a un ataque nuclear. Los casos del verano de 1947 -visiones en el cielo, objetos estrellados, desapariciones y accidentes- sentaron las bases del mito. Poco importa hoy que prácticamente todos -la observación de Arnold ha recibido varias posibles explicaciones- se debieran a confusiones o fraudes. Siguen vivos en la literatura ufológica, junto a historias de implantes en abducidos y proyectos de hibridación entre humanos y alienígenas. Sesenta años después del error periodístico de Bill Bequette, hay las mismas pruebas que entonces de que nos visitan extraterrestres. Ninguna.

Accidente mortal por seguir un objeto no identificado
Thomas F. Mantell, capitán de la Guardia Nacional Aérea de Kentucky, murió en la tarde del 7 de enero de 1948 cuando perseguía un platillo volante cerca de la base aérea de Godman. La gente que vio el objeto desde tierra lo describió como "un helado de cucurucho con la parte superior de color rojo". A los mandos de su caza Mustang P-51, Mantell dijo que era enorme.
El objeto está delante y por encima de mí, moviéndose a la mitad de mi velocidad. Parece metálico o el reflejo de la luz del Sol en un objeto metálico, y es de un tamaño tremendo... Voy a seguir subiendo. Voy a intentar acercarme para verlo mejor", explicó a la torre de control a 4.500 metros de altura. Tras llegar a los 9.000 metros, el caza se estabilizó y cayó en picado hasta estrellarse. El comité investigador concluyó que el piloto había perdido el conocimiento por falta de oxígeno.
¿Pero qué perseguía?
Aunque ha pasado a la historia de la ufología como su primer mártir, el capitán Mantell murió a la caza de un globo del programa Skyhook de estudio de los rayos cósmicos, secreto en los años 40. Aquella semana, se habían lanzado varios de esos grandes ingenios, visibles desde 20 kilómetros, en Ohio y el viento había llevado uno hasta cerca de la base de Godman.
El misterio de los ovnis, a debate el 5 de julio en Bilbao.

La Biblioteca de Bidebarrieta de Bilbao acogerá el 5 de julio el ciclo de charlas 60 años de platillos volantes, una iniciativa de El Correo, la Universidad del País Vasco (UPV), el Círculo Escéptico (CE), el Center for Inquiry y el Ayuntamiento de Bilbao. Los participantes examinarán diversos aspectos del mito en cuatro charlas y una mesa redonda coordinada por Agustín Sánchez Lavega, astrofísico de la UPV.

El filósofo Ricardo Campo, de la Universidad de La Laguna y autor de Luces en el cielo y Ovnis ¡vaya timo!, hará un recorrido histórico, en La invasión que nunca llegó. El abogado Fernando L. Frías, presidente del CE, hablará sobre la investigación ovni en nuestro país, en La chapuza galáctica: ufología a la española. Eduardo Angulo, biólogo de la UPV, disertará sobre los seres de otros mundos de la ciencia ficción, en ¡Marciano, ven a casa!. Y Luis Alfonso Gámez, periodista de El Correo, explicará por qué los tripulantes de los ovnis son pequeños humanoides cabezones, en 40 años de hombrecillos grises.

Extraterrestres y OVNIs, una mirada racional

Extraterrestres y OVNIs, una mirada racional. 1parte



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